El coeficiente de absorción (𝛼) de un material es un parámetro que relaciona la energía acústica que incide en él y la cantidad de energía que refleja. Los valores del coeficiente de absorción están comprendidos entre 1 (absorbe toda la energía, no refleja nada) y 0 (no absorbe nada de energía, refleja el total de la energía acústica que incide sobre el).
Sin embargo es común encontrar valores del coeficiente de absorción superiores a 1. ¿Se trata de un engaño por parte del fabricante? No necesariamente.
3 métodos para medir el coeficiente de absorción:
Este método consiste en un tubo con un altavoz en uno de sus extremos, un micrófono dentro de él y una tapa en el otro extremo, donde se coloca el material bajo estudio. Al comparar la onda que atraviesa el tubo cuando no hay tapa, con la onda estacionaria generada cuando se coloca la tapa con el material bajo estudio, podemos averiguar cuál es el coeficiente de absorción del material así como su impedancia.
Este procedimiento plantea algunas ventajas, no son necesarias grandes muestras de material y no es necesaria ninguna sala especial, y algunos inconvenientes, solo estudia la incidencia normal (perpendicular a la superficie) y no permite estudiar muestras grandes ni sistemas resonantes.
Este método nos proporciona valores de 𝛼 comprendidos entre 0 y 1.
Se trata de un sistema parecido al tubo de Kundt solo que en este caso se requiere un sistema de procesado digital, procesador bicanal de FFT (Transformada Rápida de Fourier).
El sistema mide la presión acústica en dos posiciones y calcula la función de transferencia H12 entre ellas a partir de la cual se calcula 𝛼 para incidencia normal y la impedancia acústica del material.
Este método se basa en la comparación del tiempo de reverberación de una cámara reverberante con y sin el material en su interior. A partir de la fórmula de Sabine y conociendo la superficie de material que se introduce en la sala se puede averiguar el valor de α.
Es en la superficie de material donde está el “truco” (refiriéndonos a medidas por el método de la cámara reverberante). Hay que diferenciar entre superficie aparente (superficie delimitada por los extremos de la muestra) y la superficie real (superficie en la que se incluyen las irregularidades del material). Pensar en materiales absorbentes con formas piramidales.
Al establecer una superficie aparente en vez de la superficie real, el coeficiente de absorción aumenta y es aquí donde aparecen valores de 𝛼 superiores a 1.